Herrerillo comun. (Parus caeruleus).
El Herrerillo Común es uno de nuestros pájaros más encantadores. Es en los primeros días de buen tiempo, cuando el macho se lanza en vuelo nupcial desde la copa de un árbol, utilizando sus azuladas alas como si fueran un paracaídas. El Herrerillo Común se limita aún más que el Carbonero Común a los árboles de hoja caduca y suele evitar los bosques sombríos de coníferas. Desde febrero la cavidad del nido, frecuentemente muy estrecha, es elegida y defendida contra los otros paridos.
El Herrerillo Común es uno de nuestros pájaros más encantadores. Es en los primeros días de buen tiempo, cuando el macho se lanza en vuelo nupcial desde la copa de un árbol, utilizando sus azuladas alas como si fueran un paracaídas. El Herrerillo Común se limita aún más que el Carbonero Común a los árboles de hoja caduca y suele evitar los bosques sombríos de coníferas. Desde febrero la cavidad del nido, frecuentemente muy estrecha, es elegida y defendida contra los otros paridos.
Silenciosos en verano, sobre todo en los países mediterráneos donde sólo se les oye a primeras horas de la mañana, los herrerillos comunes vuelven a hacerse vivaces en septiembre. En esta época se registran con frecuencia grandes bandos de estas aves. Estas migraciones son irregulares, según los años y los sectores geográficos en cuestión. Disminuyen en invierno, tiempo de hambre para el Herrerillo Común, que es sobre todo insectívoro y que busca entonces, encarnizadamente, larvas y ninfas ocultas bajo las cortezas y las hojas caídas.
Su costumbre de utilizar cajas anideras ha motivado que su nidificación se haya visto notablemente favorecida.
Su costumbre de utilizar cajas anideras ha motivado que su nidificación se haya visto notablemente favorecida.
¡ Qué lástima que el Pito Real sea tan espantadizo!. En cuanto se siente observado, se apresura a dar vueltas alrededor del tronco para no permanecer a la vista; y su silueta nerviosa, prolongada por un pico en forma de puñal, se pierde entre los árboles del parque o del soto. Sujeto a los árboles, trepa a pequeños trechos haciendo crujir la corteza rugosa bajo sus uñas. Se detiene con frecuencia para pasar su larga lengua protráctil entre las fisuras, capturando hormigas xilófagas. Pero sobre todo se alimenta de insectos que encuentra en tierra y en los prados. En las costas marinas se les ve incluso en invierno explorar las algas en busca de pequeños crustáceos.
En primavera los pitos reales se advierten de lejos por su sonoro «relincho», más melodioso que su bien conocido grito. El canto de la subespecie ibérica, que tiene las mejillas grises, es más silbado y musical que el de las aves del resto de Europa.
Desde marzo, cl macho comienza a excavar un espacioso agujero en un viejo árbol. Los machos, para defender su de los rivales, los desafían moviendo la cabeza de un lado a otro y abriendo las alas y cola.
5 comentarios:
Hola Pablo, como no te veo por el foro me he dado una vuelta por aquí. ¡¡Vaya fotos más guapas!! También veo que viajas bastante.
Saludos,
Habibi
Hola Luis. Gracias por tu visita.
Es cierto que, ultimamente, tengo el foro un poco desatendido.
Lo de viajar.....ya me gustaria, ya.
Un abrazo para ti y otro para Ana.
Me parece una imagen margífica, hay que ser muy rápido, no suelen dejarse ver. Yo los veo volar pero nunca me dejan acerarme, FelicidadeS Pablo !
Muchas gracias por los inmerecidos elogios, Naturastur y por tu visita.
La verdad, es que,el pito real, lo "cace" un poco por casualidad. Ese arbol, lo tengo al lado de casa y nunca me habia fijado que habia un nido; estaba vigilando al herrerillo, cuando lo vi y al enfocar para verlo de cerca con el tele, fue cuando se asomo el inquilino.
¡¡Que sorpresa, Luis!!, he contestado sin saber que Naturastur, eras tu.
Un abrazo y a ver cuando coincidimos otra vez por San Roque; aunque solo sea por unos minutinos, como de costumbre.
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